lunes, 14 de mayo de 2018

EL RELOJ DE CUCO


EL RELOJ DE CUCO

He vuelto una vez mas, aunque tarde y a deshora. Tengo poco tiempo porque el tiempo para mi ha dejado de tener el significado que tenía o que la sociedad incluso te pone con sus relojes y sus prisas.
A veces se congela el tiempo y soy yo congelada frente a un espejo y casi ni me miro. A veces sopla el aire y miro el espejo y le hablo en voz alta pero las entrañan guardan mas, así que sigo mi camino y no espero al tiempo, espero la oportunidad. Otras voy corriendo como una imbécil porque tengo que hacer tareas cotidianas o la cena y no me da tiempo a nada porque estaba despistada viviendo el ahora y el tiempo no me importaba. Otras me planteo retos o busco formas de superarme escuchando, observando y mirando de adentro hacia afuera y de afuera para dentro. Es cuando el tiempo corre despacio. No se congela pero me hiela las emociones.
Y existe todo un universo de cuerdas paralelas donde me encuentro con un espacio donde habita la vida, esa que nadie entiende y que todo lo da. En esos instantes me siento en paz y sonrio como una idiota por ver una simple mariposa.Y me siento bien, bien porque lo merezco y bien porque lo que me rodea y la personita que me rodea me hace jugar y cuando jugamos, nos equivocamos, saltamos nos caemos, nos levantamos y descubrimos peces de colores en un rio frio y desolador encontramos la magia. Y es cierto el tiempo no existe. Solo es una invención que inventaron para controlarnos.
Y yo no quiero que me controlen los segundos ni que me roben todos esos espacios donde las horas no se rellenan, se viven y no hay distancia, todo flota, todo fluye. Y cuando se acelera o se relentiza es cuando el reloj de cuco me despierta de la vida. Porque la vida es un sueño, porque la vida no espera, por que el corazón no se para pero tampoco tiene un ritmo constante como el de un reloj.
Y la vida no la he inventado yo, los espacios existen, las personas existen, los límites existen pero hay que creer en la magia para transforma todo lo que vives en una realidad de ilusiones y optimismo. el reloj pesa, los días pasan, lo buenos recuerdos hasta se olvidan a veces y en ocasiones el tic tac te acecha como el peor de los vendedores, como aquel que vendió el primer reloj.
Es imposible vivir el aqui y ahora cuando intelectualizas. Has de sentir y vibrar y fluir y dejarte llevar por el cauce del rio. Lo que venga que venga pero no te empujes tu hacia los minutos.
Que sea tu respiración la que guíe tus pasos. Que sean tus pasos los que te lleven a la orilla de la arena, que sean las piedras que sorteas las que te trasformen pero no te rompan o te hundan.
Que sea la noche clara, el cielo con estrellas, la tormenta con mantas y la pena pasajera.
Que el reloj no siente, no palpa, no huele y las horas solo sirven para que un segundo te pare y te diga que todo era quimera.
Volvemos al principio. Que no cante el cuco, que la vida es un sueño y los sueños sueños son.

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