domingo, 30 de abril de 2017

CREANDO TRIBU

CREANDO TRIBU

Ser madre es la tarea mas compleja de la vida.de una mujer. Supone encontrar tus sombras, equivocarse y volver a reinventarse mil veces y derribar muros, complejos, culpas y consejos. Supone seguir un instinto que de algun modo esta mierda de sociedad nos ha arrebatado.
Por ello y otros motivos hay que despojarse de la mochila de tonterías varias y ser niña y madre a la vez. Solo através de los ojos de un niño y fijándose bien en sus pupilas puede una no perecer en el intento. Te conviertes en psicologa, en medico, en payaso, en maestro, en guía, en niña y en muchas cosas necesarias para conciliar la vida materna y el cuerpo no siempre te pilla en  una de estas facetas y aunque te flagelas por no ser perfecta realmente no lo eres y es lo bueno del asunto. Es imposible darlo todo sin agotarte, los pequeños locos bajitos te agotan la energía y masacran tus aficiones porque dejas de tenerlas por completo, al menos cuando son muy pequeños y requieren toda tu atención. Es todo una locura extrema enrevesada y jodidamente acojonante. Aprendes mas que en toda tu vida y cosechas paciencia como si se tratara de plantar  lechuga, al menos yo porque lo que es algunas personas no tienen paciencia ni para cagar.
La unica formula es el amor, mas vale que lo des a puñados y tus hijos sientan el apego y la dedicación incondicionales que cualquier otra cosa que se le parezca. El amor es la clave y acabas amando a una personita a la que le brillan los ojos mas que a tí mismo. Entonces me pregunto si no estaremos creando pequeños déspotas en  esta generación. Y se me olvida preguntármelo porque cuando veo a mi hija veo una niña sensible a todo lo que yo le enseño, naturaleza, animales, respetar su entorno tirando todo a la basura a reciclar, respetar a otros, gestionar emociones. A veces me sale otras no tanto pero ella es tan sensible a muchas cosas que yo le he mostrado que me da miedo el ejemplo que le doy porque me habilita de una gran responsabilidad que yo sola estoy llevando aunque tenga mi pareja y mi familia. Solo que yo soy su madre y ellos aportan otro papel en su vida y nunca sera la misma jodida cosa.

Reconozco que hay que tener aguante, a veces tengo ganas de coger la mochila y pirarme a la isla mas lejana un par de semanitas. Pero que haría yo sin su sonrisa. Ella es parte de mi, mi corazón pertenece en gran parte a ella, mi vida es un satélite que gira entorno a ella que es un planeta , como me dijo una buena amiga.
Pero basta ya del anuncio idílico que nos venden con ser madres. Las madres de antes eran renegadas y sacrificadas y vivían en pos de mantener su casa y criar a sus hijos. No digo que no lo hicieran bien porque conmigo se lucieron y tengo los mejores recuerdos de mi infancia. Pero ahora, las madres del hoy, nos dedicamos por completo a lo que hacemos y si tenemos a nuestros hijos con nosotros les dedicamos el cien por cien como si fuéramos superwoman´s. Intentamos abarcar lo inabarcable y creemos en la calidad, nos preocupamos por los juguetes de nuestros hijos, su indumentaria, su higiene, su salud y su alimentación y estamos o deberíamos estar mas informadas que las madres del ayer. Pero entre tanto consejo profesional y barato y tanta propaganda de porteo y crianza respetuosa se pierde la esencia de lo vivido. Nuestros hijos pueden ser criados como antes, con un palo y una piedra, pueden aprender a valorar la naturaleza, a no ensuciar su entorno, a reciclar y a vivir de forma sana. Pero para poder trasmitir esos valores nosotros o nosotras tenemos que reinventarnos por completo y  nos encontramos con la sombra de la maternidad, tirando clichés y topándonos con monstruos del pasado o con expectativas que nunca cumpliremos. Lo que peor llevo es la iniciativa porque a veces se me agotan las ideas y puff... nace en mi el miedo pero eh!! que no soy animadora sociocultural, solo soy su madre.

Yo estoy aburrida de las mamas tribus. Quizá porque mi tribu esta en casa y es la que me apoya y hablar con otras madres a veces me retumba en la cabeza. No digo que no lo haga y mucho pero no suelo comparar a mi hija con ningún otro niño. Ella es única con su etapa su ritmo y su mala leche personal.
Soy yo la que debo crecer con ella y como persona, la que debo desprenderme de cosas que aun no encajan en mi mente y que tanta depresión, subidón y bajón han hecho que me tambaleara mil veces.
Pero al tenerla en mi vientre y desear que naciera cumplí un sacrificio muy grande y enchufé mis delirios bipolares expuestos a la deriva por hormonas, sustancias químicas y la soledad de la soltería. Lo hice y lo hago por ella practicamente todo aunque ahora mi vida a cambiado por completo y ha entrado en ella un hombre que lo da todo por mi y yo por él. Ahora tengo que dividir mis esfuerzos y plantearme nuevos dilemas mas complejos aun sobre como lidiar con la idea de compartir crianza, donde estan los límites, donde los mios, donde los de ella, donde los de él y en toda esa vorágine navegar dando tumbos sin perdernos en el intento. No se que tipo de familia somos pero no una convencional y me trae sin cuidado lo que opine nadie respecto a nada porque el amor que vivimos en casa es solo nuestro y tan sagrado como el de cualquier otra unidad familiar.

 La verdad es que es cierto que mi hija es una niña absorbente, pero que niño no lo es si es inteligente, despierto y con carácter. Y yo que trabajo con el 30% de mi energía y ella con el 1000% pues imaginaros el desastre cósmico y a la vez catastrófico de nuestra existencia. Yo me esfuerzo pero en ese esfuerzo hago la idiota de cabo a rabo porque todo debe fluir y cuando intento fluir aun es peor porque me exprime como una naranja y yo que me dejo.
Sin embargo yo sigo adelante como una cabezota como buena aries y no le rindo pleitesía a la desesperanza aunque si que es verdad que a veces la pierdo pero me agarro a las crines de la vida y digo venga va, que obedezca el destino y donde el corazón me lleve. Y el corazón me llevaba a ella, a mi dulce y preciosa pequeña pelusa color esperanza.

Pero las cosas han cambiado. Ya no soy solamente madre, tambien soy amiga, amante, confidente, mujer y otras muchas cosas que se me había olvidado sentir y ejercer.
Un gran hombre ha entrado a mi vida y ha hecho que la vida de mi hija y la mia cambie estratosfericamente. Ahora los tres crecemos juntos y luchamos juntos y mi hija se siente arropada y ya tiene su casa, su gata, su cama y su vida. Una vida que nos arrebataron y que ahora es posible gracias a un león que nos ha caido del cielo.
Aun así como madre yo ya no se ni que hacer, hago lo que puedo y el cansancio habla por mí no yo. Mi madre un día me dijo que los hijos son unos desagradecidos pero me da la espina que ella será mi mayor aliada y compañera porque ahora lo es y porque desde mi barriga lo fuimos.
Su sonrisa me llama y me aclama pero a veces estoy tan despistada buscando pistas para volver a ser yo y encontrarme en algun sitio que se me escapa algún halo de luz. Luego gano todas las cartas y ella me llama, me engrandece, me busca, me ansía como agua de mayo. Entonces yo me desahogo y se van a la mierda todos los fantasmas. Pero es pillarme, y pillar el punto me resulta arduo.
Me gustaría decir que ser madre es maravilloso pero para mi esa no es la frase. Ser madre es complicado si te implicas claro y tienes criterio. Para mi te aporta la mayor lección de tu vida; que lo sacrificarías todo por alguien aunque tu te pierdas en el intento, que intentas dar lo mejor de tí aunque te persigan tus sombras y los patrones que has aprendido desde muy pequeña, que que el miedo se apodera de tí hasta la médula y aun asi avanzas con ojos cerrados a veces, este es un nivel pro, antes solo jugabas a vivir y ahora estas viviendo.
De la figura del padre es complicado hablar. Cualquiera puede ser una figura de apego y hay diversas formas de familia. La mia y de mi ninfa ahora esta cobijada por el apoyo de mi pareja que es nuestro papi independientemente de lo que opine nadie. La familia no es la de sangre, la familia se hace y se construye desde el respeto y el amor, la familia es un día a dia, la familia son los incondicionales. Y por lo de la figura de una madre o un padre bueno, no hay canones. Una madre siempre será mas comprensiva, mas dulce, mas paciente y mas sobreprotectora o no. Y lo mismo para el padre. Lo importante no es que se llame padre o madre. Lo importante es que cada persona aporta una cosa a los niños y ellos necesitan un apego seguro, alguien incondicional que este ahí para todo, alguien que los cuide y los protega y les de todo el amor del mundo. Todo lo demas son solo etiquetas.

Ser madre es complejo y nadie lo sabe hasta que no lo vive. Te enseña a bofetadas, te desbarajusta todo tu mundo y las expectativas caen como torres marchitas. Nada es lo que parecía ser y nada de lo que te cuenten es verdad salvo que una vida es responsabilidad tuya y que siempre estarás preocupada por esa personita que nació de tu vientre o en el caso paterno que se concibió por tu esperma.
Sea como sea entré en un laberinto cuando ella nació del que no sé si podré salir nunca. Estoy bastante cansada del tema de educar a los niños basado en una filosofía concreta. Yo sinceramente a veces se me hacen unos barrullos en la cabeza tremendo. Esta claro que educarlos es difícil y es bueno tener recursos pero creo que el día a día es distinto y cada niño y sus circunstancias también. Lo que le sirve a la vecina tal vez vaya desencaminado para mí. Y bueno, el hecho de hacerlo bien a veces es obsesivo, es mas yo he sido una obsesiva y de algún modo estoy aprendiendo a relajarme, aunque no se si lo consigo. Me consta que no soy la única que se siente así. Asi que deberíamos hacer tribu pero no para educarlos sino para nosotros, para relajarnos, compartir inquietudes como adultos y reconectar con nuestra esencia como personas. Madres y padres buscando a madres y padres que se olvidan de ser adultos inmersos en un barco que navega en pos de los niños. Hay que bajarse a una isla, buscar rostros adultos y compartir con nuestros hijos nuestro espacio, que no sea solo un espacio para ellos ni que lo de ellos sea solo un espacio que nosotros estructuramos enfocado a la infancia. Mas bien crear castillos comunes donde todos nos podamos expresar y donde todos formemos parte de un clan donde todos somos importantes.
A veces creo que lo de "crear tribu" solo beneficia a los adultos sinceramente y yo en ese barco no quiero estar. Admito sugerencias pero que conste que no me niego a ninguna proposición.
Solo que estoy cansada de ponerle nombre a las cosas o que los demás lo hagan.
Ser madre es una movida muy grande. Es como un viaje bestial  de ayaguasca para toda la vida asi que el que no este dispuesto a tomarse la pastilla roja mejor que no sea madre o padre.
En serio, si me hablais de crear tribu yo me apunto, pero no me habléis de proyectos, hablarme de jugar.
Mi hija de tres años me dijo un día jugando que quería ser marinero para llevarme de viaje en una barquita y lo que ella no sabe es que estoy subida en un barco pirata...



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