viernes, 28 de agosto de 2015

VAMPIROS PSICOLÓGICOS

Algunas personas nos arrullan con su amabilidad. Dices un comentario y te hacen saber que piensan lo mismo. Tienes una afición y dicen compartirla contigo. Luego te hablan de apoyo y felicidad y te arropan como si fueras un niño indefenso e idiota. Te juran y perjuran que lo malo pasará y que no hay nada de que preocuparse, que ellos están allí y te escuchan. Luego te agasajan sobre tus virtudes y tus buenas hazañas y parece que sea  verdad y todo. Son tan convincentes, tan gentiles, tan acogedores, tan bondadosos que piensas que por una vez en la vida alguien te entiende pero no te entiende sin más... te entiende del todo, casi como si te entendieran mejor que tú a ti misma.
Después de un tiempo sueltas las cuerdas y confías y entonces...

Resulta que después de un tiempo dicen que tienes defectos, que no eras tan perfecta como imaginaban (bueno, es tan evidente que da risa pero sí, todos tenemos patas cojas). Este tipo de personas cuando te ven en "sus redes" comienzan la batalla. Cuestionan todo lo que haces, se muestran distintos y te asombran con su mal carácter (que si que sabías que todos tienen defectos pero no sabías que esta persona no sería capaz de asumirlos). Luego empiezan a criticar todas tus aficiones, incluso aquellas que haces muy bien y te encantan. La historia se vuelve confusa. Ya no sabes de que pie cojea el otro cuando ha conseguido dejar tu alma desnuda. Es entonces cuando empiezas a sentirte indefensa y justo ahí empiezan a atacar sin piedad. Aniquilan tu brillo natural, te insultan, te atropellan, te castigan con el silencio o con un grito descomunal. Te controlan; controlan tus emails, los mensajes de móvil, tus redes sociales, incluso te apartan de los tuyos diciendo que no son buena gente, que a el le molestan y a tí  no te tratan tan bien.

De repente te conviertes en una bruja a ojos de esa persona y empiezas a serlo a ojos de los demás ya que esa persona se encarga de decirle a todo el mundo lo malvada que eres. Ahí es cuando entras en un círculo vicioso donde el otro te sonríe dos días y al tercero te odia a muerte. Pero tu ya has caído rendida como Blancanieves. Has probado la manzana envenenada, esa que prueban todos los que desnucan su alma frente a personas tóxicas. Y no sabes por donde salir. Habías abierto tanto tu corazón que ahora estas en pelotas siendo azotada y no te gusta pero te muerdes los labios y aprietas los puños de la rabia que tienes. Ya nada es fácil. Cualquier cosa que digas se pondrá en tu contra cualquier cosa que hagas para esa persona eres ruin y mezquina y mereces lo peor.

Hay muchas películas que hablan de los vampiros pero pocas de los vampiros emocionales. De personas vacías que se nutren de la energía de otros, personas que te ven feliz y no son capaces de serlo y por eso hacen lo posible por hacerte infeliz, frustradas, impotentes, traumatizadas.
Y aunque dan pena, aunque son personas con máscaras que ocultan debilidades grandes, aunque a veces ni ellas se dan cuenta... hay que huir de este tipo de individuos.

Cualquier mujer sometida o maltratada o que lo haya estado alguna vez se sentirá identificada. Pero hay muchas escalas de vampiros psicológicos y muchas formas de chupar energía a los demás.
Yo aquí no voy a dar las claves para salir de estas situaciones pero escribo esto para que mujeres y hombres que se hayan sentido debilitados, indefensos, sin saber que hacer, dudosos de alejarse de estas personas porque te crean enganche, deben saber que la vida continua y que esta vida es muy corta.

No dejes que roben tu sonrisa ni tus energías, actúa, canta, baila, sonríe y déjate llevar por los piratas. Ellos muestran mal humor desde el principio pero cuando te brindan una mano lo hacen de verdad y si han de amarte lo harán con defectos y de corazón, nunca sin robarte tu libertad y tu forma de ser.
No te sientas triste porque te hayan engañado o traicionado, un vampiro psicológico siempre te hará pensar que tu eres la mala al final y ellos la víctima. Pero aquí no hay víctimas, solo supervivientes.

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