viernes, 28 de septiembre de 2007

COMPOSTURA EN EL GIMNASIO

A la pregunta de porque voy al gimnasio contestare poniendome el sombrero y
marchandome.
A la pregunta de porque voy al gimnasio y además veo Benidorm desde la ventana
contestare de la siguiente forma:


-Es curioso, pero en un gimnasio, rodeada de beneradores del culto a la imagen,
tambien me surge cierta inspiración.
No es tanto lo que te rodea sino lo que haces con lo que te rodea.
La forma en que transforman sus cuerpos no excluye al resto
un pensamiento rebelde en que los anti-héroes transforman una una realidad
aparente.
Esto es lo que me acontece en el panorama;
Benidorm y sus castillos de cemento, y sus falsas pinadas de plástico, y sus
grandes paneles ofertando un "pack" (hotel-piscina-desayuno continental- parque
temático-cerveza-sexo explícito...).
Ni los pájaros se atreven a acercarse.
La boheme se ha convertido en un flyer sobre como hacer el mejor curso de
superficial-taichi o como superarse año trás año haciendo cada vez el peor
festival de la cancion hortera.
No deja se ser otra pequeña fábrica de dinero pero no mas ostentosa que la propia
política, incluyendo venta de armas y sueños.

Aquí todo el mundo deja de ser lo que era y deambula por las calles con la misma
frivolidad que aplicaría un depresivo.
Es como si al entrar una gran burbúja de cristal te exigiera credenciales y te
ordenará;
-!Deje aquí apartada su alma en objetos perdidos que al salir se la devolverán.
Aquí no la necesitaran!

Y efectivamente me siento despojada en ocasiones, incómoda e ingrávita con la
sensación de haber dejado mi mejor sonrisa guardada en el maletero, aguardando
el menor indicio de volver a una realidad no superlativa, a un espacio donde
soy más yo porque mi yo mas profundo no teme ser juzgado.

Si , es cierto que aún quedan elementos orgánicos. Es cierto que el mar desafía
a esta urbe de plástico con la secreta intención de abordarlo todo con las olas.
Y que en los parque supuestamente temáticos... donde simulan hábitas naturales,
existen animales "fuera de lugar" deseando que los dejen en paz.
Trisemente ésto no cambiará, pero pensemos lo que pensemos hay unos cuantos
que desean comerse tomates naturales, con sabor y otros muchos que jamás destruirían "El Bali de Benidorm". Éstos últimos seguirían hinchando el pecho como
Juan Palomo y haciendo posturas absurdas frente a un espejo para perfeccionar
sus músculos taurinos y apuntarse los fines de semana al susodicho pack de
"dormir, comer, beber y follar".

Porque hay muchos paraisos
y porque hay muchos panoramas.
Y si bien el verde y el azul son colores de la naturaleza que a cualquier ser humano
pudiente les puede atraer,
yo eligo "rojo.tomate" y
algunos eligen "rojo-panel".

No hay comentarios: